dimecres, 29 d’agost del 2012

CRÒNICA ENBRUNMAN PER LA "FINISHER FAMILY"


Una crónica diferente.

Hola a todos/as.
Primero que nada, quiero agradecer todas las muestras de felicitación recibidas por parte de mi familia después de la aventura en Embrun (Francia).
Si, llamo aventura, al hecho de recorrer más de 1.200 km en un solo día para hacer realidad una ilusión. Una ilusión demasiadas veces repetida y no por ello menos importante cada vez.
La palabra empezada por IRON me da a la vez miedo y respeto. Después de tanto IRONMAN LANZAROTE, IRON-TERRA, IRONCAT, CHALLENGE ROTH, EMBRUNMAN,  sé muy bien de lo que hablo.
Todos conocéis las distancias (4 km nadando, 180 km en bici y 42 km corriendo) y todos conocéis la mezcla de sentimientos, esfuerzo, sufrimiento, alegría, emoción, que conlleva ser finisher, pero… esta palabreja tan técnica para mi, también tiene otras connotaciones. Significa que mi chico está al límite, sin fuerzas, satisfecho, contento, pletórico, orgulloso. Y yo, que a veces pienso que soy demasiado permisiva dejando que se vacíe de esa manera, estoy llena de satisfacción, de orgullo, de admiración. Es difícil de entender. Sólo hay que ver a Álvaro, Celia y Sofía cómo miran a su padre.
Ellos también son finisher, colgando de sus sillitas dormidos en el coche, levantándose a las cuatro de la madrugada para ver a su papa salir en la natación a las seis, aplaudiéndole en la bici y gritándole ánimos en el maratón. Soportando el sonido de las ambulancias sin decir palabra e intentando pensar que el triatleta que lleva dentro no es su papa. Preguntándole a cada juez ¿dónde está el dorsal 180?, cuando no llegaba y por fin, cerca de las once de la noche, a oscuras prácticamente,  entrando  todos en meta, ocupando todo el carril cogidos de la mano, muertos de vergüenza, entre vítores y gritos en otro idioma que no entendían, llorando de alegría.
Ha sido un viaje duro, pero ha tenido su recompensa: El recuerdo en sus cabecitas de que su padre es su héroe. Su héroe de verdad, de carne (poca) y hueso. Y sabiendo que ellos son su fuerza, sus alas.
Asi, después de todo y como conclusión, hay que gritar bien alto que, definitivamente ,  SOMOS UNA FAMILIA FINISHER.